Púrpura senil: enfermedad común en la tercera edad

La púrpura senil es una enfermedad hemorrágica muy común en las personas mayores en la cual se presentan hemorragias especialmente bajo la piel o las membranas mucosas y que se manifiesta con equimosis o petequias.


El paciente presenta una coloración violácea de piel y mucosas debido a la extravasación espontánea de la sangre.
Aparece sobre todo en los antebrazos y manos de los ancianos y está muy ligado a los cambios degenerativos cutáneos que se producen en la piel de las personas mayores.
La piel, a medida que envejece, se hace más delgada y más frágil por lo que se forman moretones con gran facilidad debido a que los vasos sanguíneos en la piel se hacen más frágiles. Al inicio, los moretones tienen un color púrpura oscuro. Su aparición sin ningún traumatismo reconocido no significa nada concreto pero, para determinar su causa, es mejor consultar al dermatólogo. Luego, se resuelven en varios días pero dejan una zona de color marrón, lo cual puede desaparecer en semanas o meses o, en algunos casos, puede ser permanente. Finalmente, si esto sigue avanzando, la piel se puede llegar a levantar con roces simples y dejar cicatrices.
Los fármacos como los corticosteroides o la aspirina pueden exacerbar las equimosis pero no hay ninguno que sirva para acelerar la recuperación de una lesión y, aunque sea desagradable a la vista, no causa problemas para la salud.




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