¿También son más vulnerables al calor ?

Cierto !
Como ya hemos dicho , con los años disminuye la percepción de la sed y esto aumenta las probabilidades de deshidratarse .
Con la llegada del verano o de olas de calor como la actual se multiplican las advertencias y las recomendaciones para protegerse de las altas temperaturas haciendo especial énfasis en el cuidado de las personas mayores.

¿Por qué? ¿Qué hace más vulnerables al calor a los ancianos?

Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) explican que el riesgo de sufrir un golpe de calor aumenta a partir de los 65 años porque con la edad se reduce la sensación de calor, las personas no notan tanto las altas temperaturas y por tanto adoptan menos precauciones y se protegen menos.
Y ese riesgo es mayor cuando la persona mayor tiene alguna enfermedad crónica, toma medicación, tiene sobrepeso o padece una enfermedad neurodegenerativa. O en los casos en que la persona tiene una dependencia física que le dificulta cambiar de vestimenta, desplazarse o adaptar su entorno cuando percibe que está pasando calor.
Otra de las razones que hace más vulnerables a los mayores ante las altas temperaturas es la dificultad a la hora de reconocer los síntomas de un golpe de calor. La sensación de debilidad, de agotamiento, la confusión, la falta de sudoración o la piel seca que acompañan el proceso de deshidratación a menudo se confunden con “achaques de la edad” o con síntomas de otras enfermedades crónicas o del deterioro cognitivo de la persona.
Todas estas circunstancias convierten a la población de más edad en grupo de riesgo en el caso de olas de calor, porque la gravedad y pronóstico de una deshidratación están directamente relacionados con la rapidez de actuación.
“Si aparece la deshidratación y no se trata de forma adecuada y progresa se puede llegar a una situación de shock en la que sucede un fallo multiorgánico –riñón, corazón y cerebro– y se puede entrar en coma”, alertan los geriatras.

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